Web 3.0: El futuro de la Internet

🕸️ Web 3.0: El futuro de la Internet

La Web 3.0 y la Web 2.0 son dos versiones sucesivas de la Web, desde la Web 1.0, que fue la que conocimos en la década de los 90. Con el progreso, se esperan cambios en el uso de la web, pero la gran pregunta es hasta dónde pueden llegar estos cambios y cómo afectan de forma positiva o negativa a los usuarios y al funcionamiento de la Internet.


¿Qué es en realidad la Web 3.0?

La Web 3.0 representa la siguiente fase de la evolución de la web/internet y puede ser muy innovadora al representar un cambio de paradigma tan grande como la versión actual (Web 2.0). La versión 3.0 se basa en los conceptos básicos de descentralización, apertura y mayor participación de los usuarios.


Características de la Web 3.0

Descentralización

Este es un principio central de la Web 3.0. En la Web 2.0, las computadoras utilizan HTTP en forma de direcciones únicas para encontrar información, que se almacena en una ubicación fija, normalmente en un único servidor.


En la Web 3.0, como la información se encontraría en función de su contenido, podría almacenarse en múltiples ubicaciones simultáneamente y, por tanto, estar descentralizada.


Esto rompería las enormes bases de datos que actualmente tienen los gigantes de Internet como Facebook (ahora Meta) y Google, impidiendo su enriquecimiento al mantener un mayor control sobre los usuarios y sus datos.


Con la Web 3.0, los datos son generados por recursos informáticos diferentes y cada vez más potentes, como smartphones, computadoras de escritorio, aparatos, vehículos y sensores. Los ejemplos serán vendidos por los usuarios a través de redes de datos descentralizadas. Esta acción garantiza que los usuarios mantengan el control de la propiedad.


Confianza directa

Además de la descentralización y de estar basada en el software de código abierto, la Web 3.0 también se basará en la «confianza directa», lo que significa que la red permitirá a los participantes interactuar directamente sin pasar por un intermediario «de confianza», pero sí supervisar y controlar los datos sobre las interacciones.


Como resultado, las aplicaciones de la Web 3.0 se ejecutarán en blockchains, redes descentralizadas entre pares, o una combinación de estas – las aplicaciones descentralizadas se llaman dApps.

Inteligencia artificial y aprendizaje automático

Las computadoras podrán entender la información de forma similar a los humanos, mediante tecnologías basadas en los conceptos de la web semántica (lenguaje web) y el procesamiento del lenguaje natural.


La web 3.0 también utilizará el aprendizaje automático, que es una rama de la inteligencia artificial (IA) que trabaja con datos junto con algoritmos, para imitar la forma en que los humanos aprenden, mejorando gradualmente su precisión.


Las capacidades permitirán a las computadoras  producir resultados más rápidos y relevantes en una serie de áreas, como el desarrollo de medicamentos y nuevos materiales, dejando de lado la mera publicidad dirigida, que constituye la mayor parte del uso actual.

Los pilares de la Web 3.0


Web semántica

La web semántica mejora las tecnologías en línea al permitir a los usuarios crear, compartir y enlazar material mediante búsquedas y análisis basados en la capacidad de captar el significado e intención de las frases usadas,  en lugar de factores de búsqueda como palabras clave,  números y operadores lógicos.


La cadena de bloques y las criptomonedas se están integrando progresivamente en el marco económico actual, y aún no se sabe si se integrarán completamente o se convertirán en la moneda principal. Las criptomonedas, por su parte, se conciben como un mecanismo para compensar a los creadores de contenidos en la Web 3.0, que obtendrían un token cada vez que alguien accediera a su obra. 


El intercambio de aplicaciones, las transacciones y el almacenamiento de archivos entre pares resistente a la censura se apoyarán en contratos inteligentes. Esto requeriría un cambio total en las prácticas corporativas, así como el empoderamiento de los consumidores y productores.

Inteligencia artificial

Al combinar este poder con el procesamiento del lenguaje natural, las computadoras de la Web 3.0 podrán discernir la información de la misma manera que lo hacen las personas, lo que dará lugar a resultados más rápidos y relevantes. 


Para satisfacer las necesidades de los usuarios, se vuelven cada vez más inteligentes. Aunque la Web 2.0 tiene capacidades similares, sigue siendo mayoritariamente humana, lo que permite prácticas corruptas como evaluaciones sesgadas de productos, calificaciones manipuladas, etc.


Los clientes pueden ofrecer comentarios sobre cualquier producto o servicio utilizando plataformas de reseñas en línea como Trustpilot. Desgraciadamente, una empresa puede conseguir fácilmente que un gran número de personas escriban reseñas elogiosas sobre sus valiosos productos. En consecuencia, para que la Internet aporte datos fiables, la IA debe aprender a distinguir entre lo auténtico y lo falso.


Mundos gráficos en 3D o Metaverso

Algunos visionarios se refieren a la Web 3.0 como la Web Espacial, porque pretende difuminar la línea entre el mundo real y el virtual replanteando la tecnología gráfica y poniendo en relieve los mundos virtuales tridimensionales (3D) o metaversos.


En la Web 3.0, el diseño tridimensional se emplea con frecuencia en sitios web y servicios. A diferencia de sus predecesores en 2D, los gráficos 3D crean un nuevo nivel de inmersión no sólo en aplicaciones de juegos futuristas como Decentraland, sino también en otros ámbitos como la salud, el sector inmobiliario y el comercio electrónico. 


Los gráficos 3D se utilizan en visitas a museos, juegos de computadora, comercio electrónico, entornos geográficos y otras aplicaciones.


Conectividad y ubicuidad

La Web 3.0 acabará eliminando muchos de los inconvenientes de la Web 2.0. La información está mejor conectada con la Web 3.0 gracias a los metadatos semánticos. Como resultado, la experiencia del usuario avanza hacia un nuevo nivel de conexión que aprovecha todos los datos accesibles.


La Web 3.0 se basa en gran medida en los sensores del IoT (Internet de las cosas)  y hace que Internet esté disponible para todos, en cualquier lugar y en cualquier momento, sin necesidad de una computadora o un smartphone. La ubicuidad se define como ser o tener la capacidad de estar en todas partes, especialmente al mismo tiempo. Se puede resumir en una palabra: omnipresente.


La Web 3.0 simplemente va un paso más allá al hacer que Internet sea accesible para cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier momento. Los dispositivos conectados a Internet ya no se limitarán a las computadoras  y los teléfonos inteligentes, como ocurría en la Web 2.0, ya que el IoT dará lugar a una serie de nuevos tipos de aparatos inteligentes. 


Al final, tu identidad, la mayoría de los objetos que posees, todos tus datos y todas las capacidades de software que tienes derecho a utilizar estarán conectadas y podrán funcionar juntas.

El software negocia con el software

Hasta ahora estamos acostumbrados a un modelo clásico de sitios web que se ven en navegadores,. Tenemos plugins de navegador que nos ayudan con cosas como cortar páginas web, rellenar contraseñas y bloquear anuncios, entre otras cosas. 


Salvo los gigantes de la web con grandes presupuestos que pueden permitirse una IA de Big Data y, por tanto, un software que responda al usuario en tiempo real, los sitios web han sido bastante lentos a la hora de comunicarse con sus usuarios.


La Web 3.0 tendrá un paradigma diferente. Los usuarios individuales empezarán a pensar en lo que ahora llamamos navegador como un tipo de sistema operativo que ejecuta programas. Lo que actualmente denominamos plugins se convertirá en aplicaciones, y aunque seguirán siendo capaces de mostrar documentos y vídeos, algunas serán considerablemente más sofisticadas. 


En la Web 3.0, los usuarios podrán comprar y configurar bots que les sirvan directamente, de forma parecida a como lo hacen ahora los hackers y ciertos sitios web. Al fin y al cabo, los bots no son más que aplicaciones.

Desafíos de la Web 3.0


Esta versión de la web tiene el potencial de proporcionar mucha más utilidad y autonomía a los usuarios, yendo mucho más allá de las redes sociales, el streaming y las compras en línea que constituyen la mayoría de las aplicaciones de la Web 2.0 utilizadas por los consumidores.


Características como la web semántica, la IA y el aprendizaje automático que están en el corazón de la Web 3.0 tienen el potencial de aumentar enormemente la aplicación en nuevas áreas y mejorar la interacción con el usuario. Las características clave de la 3.0,  como la descentralización y los sistemas menos manipulables, también darán a los usuarios un control mucho mayor sobre sus datos personales.


Sin embargo, la descentralización también conlleva importantes riesgos jurídicos y normativos. La ciberdelincuencia, la incitación al odio y la desinformación ya son difíciles de controlar y lo serán aún más en una estructura descentralizada debido a la falta de supervisión.


Una red descentralizada también dificultará la regulación y el cumplimiento de las normas. Por ejemplo, ¿qué leyes se aplicarían a un sitio web específico con contenidos alojados en varios países del mundo? 


Encontrar a los culpables y perseguirlos será muy difícil. Hay que reflexionar sobre la cuestión con suficiente detenimiento.

Diferencias con la Web 2.0

La web 2.0 es la que la mayoría está acostumbrada a utilizar, al menos desde 2004. Su crecimiento exponencial ha sido impulsado por innovaciones clave como el acceso a Internet móvil y las redes sociales, así como por la casi omnipresencia de dispositivos móviles más robustos, como los iPhones y los dispositivos con Android.


La Web 2.0 también supuso un cambio drástico para ciertos sectores que no se adaptaron al nuevo modelo de negocio centrado en la web o tardaron en ponerse al día. Por ejemplo, el comercio minorista, el entretenimiento, los medios de comunicación y la publicidad fueron los más afectados al principio.


Podemos decir que la Web 2.0 fue la creadora y difusora de la portabilidad y el alcance de internet al mayor número de personas, pero todavía hay grupos que controlan y manipulan el medio.

 

La principal diferencia de la Web 3.0 es que consolida la movilidad, pero con un mayor control de la privacidad por parte del usuario, y un menor control de los grupos o autoridades al reducir el uso de intermediarios para las interacciones.


Actualmente, estamos más cerca de la frontera que divide los dos formatos de la web, las criptomonedas y los NFT, ya empiezan a mostrar el potencial de la evolución, pero conocer qué es la Web 3.0, puede ser una buena preparación para anticiparse a los cambios. 


¿Quieres saber más de Web 3.0, blockchain y Defi?

Sé parte de Monagas Innova.
Desarrollo de ciudades avanzadas con tecnología Blockchain, DeFi y Web 3.0

Visita www.monagasinnova.com y lleva a tu empresa, emprendimiento u organización al siguiente nivel tecnológico.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top
Abrir chat
1
Scan the code
Bienvenido al chat de 🕸️ Web 3.0: El futuro de la Internet.
Siéntete libre de preguntar lo que desees.